En el mundo laboral, el absentismo es más que una simple ausencia física; es un reflejo del estado de la salud mental de los empleados. Sumergiéndonos en este tema desde una perspectiva psicológica, podemos desentrañar los hilos invisibles que conectan el bienestar emocional con la asistencia laboral.
El estrés, ese monstruo de mil cabezas que acecha en las sombras de la vida laboral, a menudo es el culpable principal detrás del absentismo. Desde plazos apretados hasta la presión constante por rendir más, los colaboradores se encuentran atrapados en una telaraña de preocupaciones que los empuja al borde de su resistencia mental (la cual varía de acuerdo con el tipo de personalidad de cada miembro del equipo, pero ese tema quedará para otro material).
La psicología nos enseña que el comportamiento humano está intrínsecamente ligado a nuestras emociones y pensamientos. Por lo tanto, es crucial abordar el absentismo desde una lente psicológica, reconociendo que las ausencias repetidas pueden ser un grito de ayuda silencioso en busca de apoyo emocional.
El psicólogo Abraham Maslow nos recuerda que la autorrealización solo es posible cuando nuestras necesidades básicas, incluida la seguridad en el trabajo, están satisfechas. Por lo tanto, es responsabilidad de los empleadores crear un entorno que fomente el bienestar emocional y proporcione recursos para abordar el estrés y la ansiedad.
La terapia cognitivo-conductual ofrece herramientas poderosas para enfrentar los desafíos emocionales en el trabajo, desde técnicas de manejo del estrés hasta estrategias para establecer límites saludables. Alentar a los empleados a buscar ayuda profesional sin estigmatizar la salud mental es un paso crucial hacia la construcción de una cultura laboral resiliente y compasiva.
En resumen, el absentismo laboral no es solo un problema de asistencia; es un síntoma de un sistema que necesita ser revisado desde sus cimientos. Al abordar las preocupaciones psicológicas de los empleados y crear un entorno que promueva el bienestar emocional, podemos encontrar el camino hacia una fuerza laboral más saludable y productiva.
¡Que el cuidado y la comprensión guíen nuestras acciones en el mundo laboral!
Gabriela Larrea M.
Coordinadora Capital Humano